domingo, 4 de enero de 2015

Cueva del Lobo

Participantes: Carlos Heras, Carlos Aranda, Javi y la que escribe, Pilar 


Domingo y final de vacaciones de Navidad, tocaba volver a casa, pero como siempre, teníamos que aprovechar al máximo nuestra estancia en Cantabria realizando una de esas actividades que deberían ser obligatorias y que facilitan mucho las visitas posteriores. En esta ocasión, la actividad no era buscar la boca de una cueva como suele ser habitual, sino entrar a reconocer la Cueva del Lobo para ver el estado de las cuerdas del pasamanos del Meandro Negro, ya que teníamos intención de realizar la Travesía de Torca Fría - Cueva el Lobo en cuanto la nieve no fuera un obstáculo para acceder a la boca de Torca Fría.

Dejamos el coche en un ensanchamiento del arcén de la carretera. Enfrente del mismo surge una pista que nos lleva hacia la boca. La niebla está muy baja así que encontrarla iba a ser una lotería. Además, todo un manto de hojas cubría el bosque, a cada paso se nos hundían los pies y de vez en cuando un resbalón nos mandaba un par de metros hacia abajo (si no más). 


En ocasiones, buscar la boca de la cueva es más peligroso que hacer espeleo. Pero por fin dimos con la cueva, así que no tardamos en equiparnos y entrar topografía en mano. 


El camino hasta el Meandro Negro es bastante cómodo, atravesamos la Galería del Flysch,


la Sala de la Cabra (que impresiona mucho más verla desde arriba cuando vienes desde Valturón), una serie de galerías meandriformes y finalmente, el Meandro Negro y la Sala del Carbón. Aquí nos dimos la vuelta tras comprobar que las cuerdas estaban en buen estado. Picoteamos un poco (pero no mucho que el frío en esta cueva te deja helado en las paradas) y pusimos rumbo al exterior.


Fin de semana completito y vuelta a Madrid con muchos planes en la cabeza y todavía con muchas ganas de espeleo, cuanto vicio!! :D