sábado, 3 de enero de 2015

Travesía Narizón - Torca Palomas

PARTICIPANTES: Carlos Heras, Pilar, Javi y el que escribe, Carlos Aranda


El día 2 de Enero subí a Ramales para reunirme con mis compañeros que habían estado esa tarde realizando una incursión en la cueva de Rescaño. La idea era hacer el sábado la travesía de Narizón - Torca palomas, en la cual Carlos y yo ya habíamos estado unos años atrás.
El sábado nos dirigimos a Sámano (Castro-Urdiales) donde dejamos los coches al final del polígono Vallegón. Desde aquí es difícil de localizar la piedra característica que da nombre al Narizón, pero si andamos unos metros por la pista que nos sale por la derecha y mirando a la mitad de la montaña, pronto veremos su perfil inconfundible. La boca de Torca Palomas la encontraremos a unos 100 metros a izquierda y a unos 10 metros por encima de la pista. Debido a un problema logístico, Carlos tuvo que volver a Ramales. Mientras aprovechamos para instalar la salida con una cuerda de 35 que se nos quedó un poco justa. Ya con Carlos de vuelta y todo preparado, en 15 minutos estábamos entrando por Narizón. 


Al poco de entrar nos encontramos el pozo de 10 m que nos lleva a la sala de los Arañazos. 


Después de un pasamanos llegamos a una zona un poco laberíntica en la que en la última visita dimos bastantes vueltas para encontrar el paso. 


Esta vez el paso estaba marcado con catadióptricos y, con la enorme memoria de Carlos, dimos con él enseguida desembocando en la galería de la Esperanza. 


A través de un laminador, llegamos al pozo de la Esperanza. Descendemos éste hasta una repisa que hay en la mitad y avanzamos hacia la izquierda improvisando un pequeño pasamanos desmontable hasta que recuperamos la cuerda. Bajamos el tramo que nos queda desde la repisa y aterrizamos en la galería del Cementerio macarrónico. Aquí continúa una vieja conocida de la vez anterior (la tienda de campaña instalada como vivac a la que alguien ha bautizado como el “night club”). 


Desde aquí, aunque la topo nos indica que la salida se encuentra en sentido contrario, nos desviamos para visitar la Joyería (que la vez anterior no vimos). 


Pese a que hay que arrastrarse un poco para llegar, la belleza de las formaciones y las increíbles excéntricas merecen de sobra este sobreesfuerzo. 






Nos quedamos un rato en esta zona, embobados ,mientras Pilar se rompía la cabeza buscando apoyos para hacer fotos. 


Finalmente regresamos al Cementerio macarrónico para continuar la travesía. 


Lo siguiente que nos encontramos es el paso del “Macho Cabrío” que yo recordaba más estrecho, pero que ahora pasamos sin problema (¿se habrá ensanchado por el paso de la gente o seré yo que he adelgazado? estoy seguro de que se trata de lo primero :(). 
Pasado este punto llegamos al pozo de unión con Torca Palomas que nos lleva a una galería con una gatera bien llamada “el Oso Sudoroso”, la cual pasamos sin grandes complicaciones.


A continuación topamos con una amplia galería por donde discurre el río y en la que se avanza rápidamente hasta llegar a la rampa de salida. Sobre nuestras cabezas la luz del sol pasa a través de los tres ojos que conforman la boca de Torca Palomas. 


Solo nos queda subir con mucho cuidado, apoyando bien los pies, pues la instalación tienes unos roces bastantes fuertes en el primer fraccionamiento. 
Una vez fuera, bajamos a los coches y nos cambiamos comentando el juego que da esta pequeña travesía, con sus estrecheces, zonas laberínticas y la gran belleza de sus formaciones y a la que sin duda regresaremos para visitar de nuevo.