sábado, 18 de abril de 2015

IV Curso de Iniciación a la Espeleología - Prácticas en cueva


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Este curso presentaba una novedad, las prácticas en cueva se llevarían a cabo en las simas del Cañón del Río Lobos. Quedamos el sábado temprano en la Cabrera, monitores y cursillistas, para desde allí salir juntos hacia el Cañón del Río Lobos. Tras dos horas de viaje llegamos a la localidad de Ucero para realizar la primera actividad del curso, la Sima del Carlista. Dejamos la carretera y nos adentrarnos en el pinar con los coches siguiendo una pista forestal hasta llegar muy cerca de la boca, en un ensanchamiento de la pista, donde dejamos los coches.

Tras preparar las sacas y desayunar un poco nos pusimos camino a la sima. Al poco de comenzar a andar divisamos  una de las posibles bocas de entrada, pero no la principal por la que descenderíamos y que se encuentra un poco más adelante.
Después de un breve recordatorio sobre las técnicas aprendidas el fin de semana anterior, nos adentramos bajo tierra en riguroso orden, monitor-cursillista-monitor, para así llevar la situación controlada en todo momento. 


Nos encontramos con un primer pozo de 5 metros y tras andar unos metros volvimos a contemplar la luz del día al pasar por debajo de la segunda boca de entrada. 


Poco después llegamos al pasamanos que da acceso al gran pozo de 85 metros algo resbaladizo el cual nos deja ante una gran sala.



Realizada la visita y la parada para la comida (también hay que enseñar lo que solemos comer bajo tierra), realizamos el camino de vuelta para salir a superficie e irnos al albergue a darnos una merecida ducha.




El Domingo era el último día de actividad y final del curso y que mejor elección que realizar una visita a la Sima del Portillo.
Tras montar la cabecera de la sima y descender por la rampa pedregosa accedemos al pasamanos en volado que termina en una diaclasa de reducidas dimensiones. Aunque existía otra instalación que continuaba el pasamanos ganando altura y salvaba esta estrechez, decidimos poner a prueba a nuestros cursillistas :). 


Avanzamos por una galería cómoda para avanzar hasta la gatera llamada el Paso de lo Cepelados. 


A continuación aparece un tobogán que sería fácil de bajar pero algo complicado de subir por lo que decidimos instalar una cuerda para su ascenso.
Más adelante nos encontramos con un pasamanos instalado en fijo para evitar un pequeño desfonde con un lago en el fondo. Continuamos por la galería hasta encontrarnos con una cuerda que conduce a un piso superior y la cual nos llevará a los sifones terminales.



Llegado al final de la Sima, toca salir a superficie y poco a poco recuperar la sensación grata de respirar aire puro dado que últimamente hemos notado el aire un poco viciado en esta cueva.





Una vez fuera, tras demostrar las grandes cualidades físicas y todo el conocimiento adquirido, procedimos a la entrega de los diplomas a los cursillistas y finalizamos así el curso de iniciación 2015. 

¡¡Enhorabuena y ahora a disfrutar de las profundidades!!



(Escrito por: Rubén Gálvez)