sábado, 5 de diciembre de 2015

Torca de los Morteros - Imunía

Participantes: Carlos Heras, Pilar, Gabry y el que escribe, Carlos Aranda


Hacía ya bastante tiempo que teníamos esta travesía en mente y por fin llegó el momento de atacarla. Aunque la travesía en sí es sencilla, tiene el inconveniente de que no se puede realizar en doble y lo ideal es hacerla dos grupos, de forma que cada uno entre por una boca instalando y salga por la opuesta desmontando. Pero nosotros, al ser sólo 4, decidimos ir juntos y entrar primero a instalar Imunía, salir por el mismo sitio e ir luego a Morteros para realizarla por lo que llevaríamos muchísimo material.


Así que sobre las 11.00 comenzamos a bajar la rampa de acceso, 


siguiendo el arroyo que se cuela desde la boca hasta que, casi en la base a mano derecha, un pequeño paso nos saca de la rampa y nos lleva hacía el pozo de 11 m. 


Tras éste se suceden varios más hasta llegar a la rampa de 25m  instalada con parabolts (sin chapa ni tuerca),


 y que una vez bajada y a unos 50 metros, aparece el pozo de 10 m que nos deja en la conexión con morteros. 

Desandamos el camino, quedando ya esta entrada instalada y sobre las 14.00 estábamos ya en la boca de morteros, comiendo algo y reponiendo fuerzas para comenzar la travesía. De pronto, divisamos a la altura de donde habíamos dejado los coches, tres personas que se dirigían hacia Imunía ataviados con material de espeleo. Les hicimos señales para que se acercaran donde estábamos nosotros, y cuando llegaron nos dijeron que iban a instalar Morteros, pues su idea era hacer la travesía el día siguiente con unos compañeros suyos que entrarían por Imunía. Así que, como nosotros estábamos ya listos para entrar, decidimos bajar por Morteros con sus cuerdas y ellos nos acompañarían para salir por la otra boca, de esta forma se quedaba instalada la torca de Morteros y ellos reconocían la travesía para el día siguiente. Por nuestra parte, nos ahorrábamos tener que volver a la torca para desinstalar una vez hubiéramos salido por Imunía.


Carlos comenzó a instalar el pozo de entrada de 25m...


...y el resto le seguimos, queríamos tomar ventaja al otro grupo para poder acercarnos a echar un vistazo al pozo Amable (233 m. de verticalidad absoluta), que está relativamente cerca de la boca. El pozo nos dejó sobrecogidos y a la vez con ganas de descenderlo, aunque no era el momento ¿quizás en verano ;-)?.



Regresamos a la galería principal, 


nos reunimos con el resto y bajamos un pozo de 4 m seguido de otro de 8 m, que se podría destrepar para llegar a otro de 9 m. 


Pasado éste, nos encontramos una ventana a la derecha desde donde se podía admirar el pozo de 120 m, que habíamos dejado a un lado por un pasamanos cuando nos habíamos acercado al Amable. No bajamos por ahí, sino un poco más adelante a la derecha y después de una rampa de 6 m y una trepada llegamos al pozo de 23 m. 


Ya solo nos quedaba bajar otro pequeño pocete para llegar a la sala de conexión y arrastrarnos un poco por un laminador bastante cómodo, pues la base es de arena fina, para encontrarnos con la cuerda que Carlos había puesto unas horas antes. Rápidamente comenzamos a subir Gabry y yo, pues teníamos que acercarnos a la boca de Morteros a recoger las sacas que no habíamos usado mientras Pilar y Carlos iban desinstalando Imunía. Sobre las 21,00 estábamos todos fuera y bajamos tranquilamente a los coches, mientras charlábamos con estos chicos con los que habíamos compartido travesía durante el día.