sábado, 20 de agosto de 2016

Cubada Grande

Participantes: Pilar, Rober, Marcos y el que escribe Carlos


Hacía ya muchos años que andábamos detrás de visitar este impresionante sistema, pero por unas cosas u otras, siempre se quedaba en el tintero. Pilar y yo decidimos no posponerla más allá de este año, así que aprovechando otra salida del club, fuimos a buscar la boca de entrada de la denominada CM-20 en el día de descanso. La cosa parecía coger forma y ya solo quedaba ponerle fecha.
Parecía estar todo decidido, el 7 de mayo subimos Pilar, Gabri y yo con todo el material necesario para afrontar la visita de la Cubada Grande. Sin embargo la cosa no pintaba muy bien, ya que al llegar al aparcamiento vimos a varios chavales con esquís de travesía. Decidimos no coger el material e ir a ver si la entrada era practicable, no fuera que cargásemos con todo para nada. De camino a la boca comprobamos que unos crampones no nos hubieran venido nada mal y al llegar a la entrada de la sima nos quedamos con la boca abierta al comprobar que se encuentra a tres o cuatro metros bajo la nieve. La cosa era sencilla, a otra cosa que esto de aquí no se mueve.
Habiendo fallado en el primer intento decidimos esperar a que llegara el verano para asegurar el golpe. En esta ocasión decidimos entrar el día 20 de agosto.
Quedamos temprano en el pueblo de las Machorras con los compañeros Marcos y Rober de la AEM Trasmiera, nada podía fallar ya que el día estaba espectacular. Desde aquí nos dirigimos al aparcamiento situado a los pies del Castro Valnera, donde nos cambiamos de ropa y preparamos todo el material. Rápidamente recorrimos el ya conocido camino hasta la CM-20 mientras contábamos a Marcos y Rober la cantidad de nieve que nos habíamos encontrado la otra vez que estuvimos. En poco más de media hora llegamos hasta la entrada donde ultimamos los preparativos referentes al material y al orden de entrada. Por fin había llegado el día. 


Empiezo a instalar seguido de Pilar y Rober, Marcos se queda cerrando el grupo, la sima es bonita y enseguida descendemos los dos primeros pozos.


Tras descenderlos nos encontramos una rampa de piedras sueltas y en su final avanzamos por la izquierda de una cornisa. Un pequeño meandro algo recogido nos guía hasta un paso estrecho desfondado. Desde aquí empezamos a montar un pasamos y tras rapelar un pequeño pozo llegamos a una salita. Nuestro objetivo aquí es encontrar el “Pozo Directo” que tras 50 metros de vertical nos sitúa en la “Galería de los Ahivas”. Continuamos por una galería hasta dar con el pozo. Su descenso es espectacular, 


pues su ojo es perfectamente circular y se baja en volado en su totalidad. 


Una vez abajo, avanzamos por la Galería de los Ahivas en dirección a la Galería de los Cristales. 


Estar en esa galería se asemeja a estar en el interior de una geoda gigante, pues los cristales de enormes tamaños aparecen por doquier.






Después de pasar varios minutos intentando plasmar la belleza de la galería en nuestras fotografías, nos dirigimos a ver la impresionante “Sala del Bloque”, 


donde aprovechamos para picar algo. Solo nos quedaba salir desmontando para disfrutar a la salida de un bonito día de verano.